Por Punto Curioso · 1 de junio de 2025
Durante siglos, el Everest ha sido considerado el techo del mundo. Una cumbre inamovible, imponente, eterna. Pero lo que pocos saben es que esta montaña no es tan estática como parece. En silencio, sin que nadie lo note… está creciendo.
Y no, no hablamos de un pequeño ajuste por GPS ni de la típica explicación sobre placas tectónicas. Lo que está ocurriendo va más allá de lo que los propios geólogos creían posible hasta hace poco.
Una montaña que se estira como si despertara de un largo sueño
Un nuevo estudio liderado por el Servicio Geológico de China y científicos estadounidenses reveló que el Everest ha crecido entre 15 y 50 metros en los últimos 89.000 años. Y no solo por el empuje de las placas… sino por un fenómeno llamado rebote isostático.
¿La causa? El río Arun erosionó tanto terreno en la base del Himalaya, que la corteza terrestre empezó a liberarse de peso y se elevó como un muelle comprimido. Es decir, el Everest se aligera… y sube.
Una montaña que crece sin moverse, sin hacer ruido, sin que nadie se lo pida. Porque incluso lo que creemos inmutable… cambia.
📍 Dato curioso
En 1999, un equipo de la NASA descubrió que el Everest ya medía más de 8.850 metros, casi 2 metros más de lo que se pensaba. Desde entonces, sigue subiendo —milímetro a milímetro— sin parar.
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