Por Punto Curioso · 31 de mayo de 2025
Algunos pueblos te atrapan por sus calles, otros por su entorno natural. Pero este, ubicado en una de las islas más visitadas del país, sorprende por algo que no muchos imaginan: sus iglesias. Porque no hablamos de una ni de dos, sino de una colección de templos que parecen competir entre sí en originalidad y belleza.
Su casco histórico es una joya de piedra volcánica, con fachadas perfectamente conservadas que nos transportan a otro tiempo. Pasear por sus calles es como recorrer un museo al aire libre, donde cada esquina revela una historia diferente.
Una catedral de piedra que no es catedral
El templo más llamativo del lugar es, sin duda, su iglesia neogótica, que por tamaño y majestuosidad muchos confunden con una catedral. Fue construida con piedra azul de la zona, y su silueta puntiaguda domina el paisaje como si de una fortaleza se tratara.
De hecho, muchos visitantes no creen que algo así pueda encontrarse fuera de grandes ciudades. Pero está ahí, en medio del pueblo, imponente y sorprendente, demostrando que la arquitectura también puede ser un imán turístico.
Mucho más que una iglesia bonita
Pero el encanto no termina en su templo principal. En este pueblo también hay iglesias escondidas entre callejuelas, con leyendas locales, torres singulares, y rincones que invitan a detenerse a mirar con calma.
Además, todo el entorno respira tradición: jardines canarios, balcones de madera, cafeterías con encanto… Lo que iba a ser una visita rápida, se convierte en una experiencia que deja huella.
📍 Dato curioso
Este pueblo es Arucas, en Gran Canaria. Su iglesia principal, conocida como la “catedral de Arucas”, tardó más de 60 años en construirse, y su torre alcanza los 60 metros de altura.
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