Por Punto Curioso · 10 de junio de 2025
Un silencio absoluto. Un pasillo de roca iluminado por luces suaves. Y al fondo, una cruz brillante tallada directamente en la pared. No es un sueño ni una película: es un lugar real, pero está tan escondido que muchos nunca lo imaginarían.
Para llegar hasta allí, hay que descender más de 180 metros bajo tierra. Lo que parece una mina abandonada se convierte, de pronto, en un espacio sagrado lleno de esculturas, vitrales y una acústica que estremece.
Y aunque suene extraño, está todo hecho de sal. Paredes, techos, columnas, bancos… incluso los altares. Todo tallado directamente en la roca salina.
Una obra monumental bajo tierra
El espacio recuerda a una catedral gótica, con pasillos que se abren a capillas subterráneas y cámaras de enorme altura. Hay zonas con iluminación azul que hacen que las paredes parezcan de cristal.
La sensación al entrar es de respeto total. No solo por lo religioso, sino por la magnitud de lo que se ha logrado en ese entorno natural: una iglesia entera excavada en sal, con capacidad para miles de personas.
Zipaquirá, el corazón de sal de Colombia
Este lugar asombroso es la Catedral de Sal de Zipaquirá, en Colombia. Construida dentro de una antigua mina, es considerada una joya arquitectónica única en el mundo. Su historia se remonta a los años 50, aunque la zona se explotaba desde tiempos coloniales.
Hoy se ha convertido en uno de los puntos turísticos más impactantes del país. No solo es un templo: es una experiencia que mezcla fe, arte y geología… a casi 200 metros bajo tierra.
📍 Dato curioso
La catedral de sal de Zipaquirá está excavada a 180 metros bajo tierra y tiene capacidad para más de 8.000 personas… en un templo completamente salino.
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