Por Punto Curioso · 4 de junio de 2025

Cuando alguien menciona una catedral, lo primero que se viene a la mente son vidrieras, bóvedas altísimas o el sonido de un órgano. Pero hay una en España donde no hay bancos ni rezos, sino silencio, piedra… y formaciones que desafían la lógica.
En el corazón del valle de Karrantza, en Bizkaia, se esconde la Cueva de Pozalagua, un lugar que bien podría ser escenario de una película de fantasía. No por su tamaño (que ya impresiona), sino por lo que guarda dentro.
Esta caverna, descubierta por accidente en 1957, alberga la mayor concentración de estalactitas excéntricas del mundo. A diferencia de las tradicionales —que cuelgan rectas hacia abajo—, estas crecen en todas direcciones: hacia los lados, en espiral, o incluso hacia arriba. Como si la gravedad hubiese sido desconectada.
una catedral hecha por la tierra
La gran sala principal, de proporciones casi sacras, está cubierta por un bosque de piedra colgante. Cada rincón tiene una textura distinta, y el recorrido sobre pasarelas metálicas lo convierte en un paseo casi ceremonial.
Lo curioso es que todo esto estuvo oculto durante millones de años, y hoy se puede visitar en apenas una hora de ruta subterránea. Pero cuidado: no todo el mundo puede verlas tan de cerca. Algunas zonas están cerradas para proteger su fragilidad.
un espectáculo poco conocido
Aunque se encuentra dentro del Parque Natural de Armañón, la cueva aún es un secreto para muchos viajeros. No suele salir en rankings ni en campañas turísticas, y quizá por eso conserva parte de su magia: la de sorprender al que no espera nada.
Al final, no hace falta cruzar medio mundo para ver maravillas. A veces, están escondidas bajo nuestros pies.
📍 Dato curioso
Las estalactitas excéntricas de Pozalagua pueden crecer en más de 360 direcciones distintas, desafiando completamente la gravedad.
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