Por Punto Curioso · 5 de junio de 2025

Si cerraras los ojos y alguien te pidiera imaginar una playa de ensueño, probablemente pensarías en aguas cristalinas, vegetación exuberante… y arena blanca, ¿verdad? Pero hay un rincón que va más allá: aquí la arena es de un tono rosado que parece salido de una paleta de acuarela.
En el Mediterráneo existe una playa donde el sol, el agua y los minerales hacen magia. La orilla no es blanca, ni dorada, ni negra. Es rosada. Y lo mejor de todo: no está en el Caribe ni a 14 horas de avión, sino mucho más cerca de lo que imaginas.
No es un efecto visual ni un filtro de Instagram. Es real. El color proviene de diminutos fragmentos de coral, conchas marinas y microorganismos que tiñen la arena de manera natural. Un espectáculo que cambia según la luz del día.
una playa que no todos conocen
Se encuentra en Ses Illetes, en la isla de Formentera. Aunque ha ganado algo de fama en los últimos años, sigue siendo un lugar más tranquilo que las playas abarrotadas de Ibiza o la Costa del Sol.
El acceso es limitado y está regulado en temporada alta, lo que ha ayudado a mantener el entorno prácticamente intacto. El contraste entre el mar turquesa y la orilla rosada es tan perfecto, que cuesta creer que no haya sido diseñado.
una belleza que no dura para siempre
El color rosado es frágil. Depende del equilibrio del ecosistema marino, de la erosión natural y de la presión turística. Por eso, cada visita es especial: el paisaje cambia con el paso del tiempo y con cada marea.
Quizás por eso esta playa no es solo un destino, sino una experiencia visual que parece soñada. Aunque la tengas delante.
📍 Dato curioso
El color rosa de la arena se debe a millones de fragmentos microscópicos de coral rojo y conchas, arrastrados durante siglos por las olas.
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