Por Punto Curioso · 5 de junio de 2025

Antes de los menús degustación, las cocinas abiertas o los 12 soles Michelin, hubo una cuchara. Una cuchara de madera, humeante, metida en un cuenco humilde. Y dentro, una sopa. Roja, intensa, y con sabor a origen.
La sopa de ajo es un clásico de la cocina humilde. Pan duro, ajo, pimentón, agua, un huevo… y magia. Pero para Martín Berasategui, no es solo un plato de siempre. Es el plato que lo cambió todo.
Con tan solo 15 años, cocinó esta receta para su padre en una cena familiar. Fue el momento exacto en el que entendió que quería dedicar su vida a la cocina. No por fama, ni estrellas, ni televisión. Por emoción. Porque la comida puede decir cosas que no caben en palabras.
una sopa que huele a hogar
La receta que Berasategui compartió recientemente es casi idéntica a la de entonces. No tiene técnicas sofisticadas ni ingredientes imposibles. Pero sí algo que no se aprende en ninguna escuela: verdad.
El secreto está en tostar bien los ajos, usar un buen pimentón y dejar que el pan se funda sin prisas. Y al final, el huevo escalfado que se rompe con la cuchara y lo cubre todo.
más que una receta
Para muchos es solo una sopa. Para él, fue el inicio de todo. Porque a veces, lo que nos marca no llega en un plato con foie, sino en una cazuela de barro que huele a infancia.
📍 Dato curioso
Martín Berasategui cocinó su primera sopa de ajo con solo 15 años. Hoy es el chef español con más estrellas Michelin de la historia.
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